Antes de 1870 eran pocas las familias que abandonaban las residencias de la ciudad durante el verano. Pero las epidemias de cólera de 1867 y de fiebre amarilla de 1870-1871 motivaron que numerosos contingentes se alejaran a pasar la época estival en lugares suburbanos, cuyo acceso fue facilitado por el Ferrocarril del Sud. Así nació la idea de Esteban Adrogué de fundar un pueblo cuyas características fueran la pureza del aire, gracias a su frondosa arboleda, y un trazado que saliera de lo común.
La porción de tierra donde está fundado el núcleo del pueblo Almirante Brown, llamado también Adrogué, fue adquirido por Don Esteban de un vaquero y agricultor llamado Tomás Paredes, en la suma de 150 pesos moneda corriente antigua. Eran cinco chacras, contiguas unas a otras, de 500 varas cuadradas cada una, que durante los primeros años fueron una gran chacra de veraneo, a la cual se trasladó el nuevo comprador luego de abandonar su residencia en el pueblo de La Paz (hoy Lomas de Zamora). La lejanía de todos los centros poblados llevó a Esteban Adrogué a concebir la idea de crear una villa, para lo cual solicitó a la Empresa del Ferrocarril la construcción de una estación frente a sus campos, donando parte de sus tierras y una suma de dinero. Dicha propuesta se terminó de concretar en 1872, permitiendo que el 29 de setiembre el primer tren expreso entre las estaciones de Constitución y Adrogué condujera a los primeros propietarios y pobladores del futuro pueblo, invitados por el martillero Adolfo Bullrich.
En este mismo año, los ingenieros José y Nicolás Canale levantaron un plano general de las cinco chacras en todo su perímetro, y siguiendo la idea de Adrogué de que su trazado saliera de lo común, delinearon un pueblo con perspectivas y diagonales, primero en todo el país.
El 30 de setiembre de 1873 se concreta la creación oficial del Municipio, al que se denomina con el nombre sugerido por Esteban Adrogué, el partido de Almirante Brown. Meses después, luego de una dura polémica con los vecinos de Ministro Rivadavia que proponían como pueblo cabecera un paraje conocido como Monte Chingolo, Almirante Brown (más conocida como Adrogué) es designada su ciudad cabecera.
Con la subdivisión de las viejas quintas y la instalación de importantes y modernos comercios, Adrogué fue poco a poco perdiendo su tradicional característica de pueblo residencial y cobrando el aspecto de una ciudad activa, cuyo progreso se acentuó a raíz del arraigo de numerosas familias y de la transformación general que se ha operado en todas las ciudades y pueblos del gran Buenos Aires. La instalación de importantes plantas industriales en su jurisdicción en los últimos años, la mejora en los servicios públicos, el desarrollo del comercio, las calles pavimentadas y las viviendas suntuosas son algunos de los elementos que influyen poderosamente en el rápido progreso del municipio que, a pesar de todo, no ha dejado de ser un pueblo donde la paz y la tranquilidad siguen existiendo, al igual que los eucaliptus que le dieron una fisonomía particular.
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